viernes, 12 de septiembre de 2014

¡Los dioses deben estar locos!

Está claro que uno no puede tomarse una excedencia bloguera en los tiempos que corren. No en este país, al menos, donde esos extraños seres que pueblan el congreso y el senado (esa cámara de gas de la risa que ningún ciudadano responsable entiende), además de pensar de qué manera pueden robarnos aún más para gastárselo en cenas (entiéndanlo, la vida ha subido, y las cenas con ella), se empeñan en sorprendernos con gags de humor y trucos de magia para desviar nuestra atención.
Sólo así se entiende, por ejemplo, que Espe, nuestra Espe, decidiera levantarse un día con ánimo para jugar a policías y ladrones (de los otros, claro, de los de poca monta que pululan por las calles de Madrid, porque carné de política ya tenía). En realidad debería decir de delincuente (insisto, carné ya tenía, me refiero a los “otros delincuentes”), porque esta vez no robó nada. ¡Lo único que quería era infringir las normas! ¡Qué molona! ¡Pero qué fuerrrte! Así que se montó una escena de persecución de coches por la ciudad (con abolladuras y todo, ¿eh?) al estilo de Bonnie and Clyde que, por supuesto, no le deparó legalmente (ni económicamente) ningún perjuicio, y en cambio se llevó todas las portadas cual estrella de Hollywood. Si es que lo que se le ocurra a ella… Ahora bien, yo me pregunto: ¿en qué carajo estaba pensando esta mujer? ¿Tan mal lleva la jubilación? ¿Acaso estuvo viendo la noche anterior “Los locos de Cannonball”? O lo que es peor, ¿”Loca academia de Policía 6”, y decidió darle un giro a su complicada y triste vida? ¿Tan poco caso le hacen en su casa? Mire que igual la adrenalina que usted necesita no es esa… (no sigo, que luego todo se sabe, pero le doy un consejo: mire por internet, que tal vez…). 

¿Ven como España es un país guay? Otra muestra: resulta que llegan las elecciones al parlamento europeo, y se nos ocurre montar una película de superhéroes: cuando mejor estaban los buenos, aparece un villano apodado El coletas que, al grito de “Podemos”,  les da un sopapo en toda la cara a El barbas (no confundir con El bigotes, aunque sean de la misma familia), al Caballero de la rosa y a sus amigos de la nueva Liga de la Justicia (¡ojo! No confundir con la Liga de la Justicia original –que es de Batman y Superman-, con la Liga Fantástica –que es del diario Marca-, ni con la Liga BBVA –que es del Madrid y del Barça-). ¡Justo ahora que estaban saliendo de la crisis! (de su crisis, evidentemente; esa que les tenía el cinturón tan apretado que sólo les dejaba comer tres platos y postre). Y para colmo no es ni rojo: ¡es morado! (que pa chulos ellos, que “pueden”, oigan). ¡Por fin algo de emoción! Sin embargo, permítanme una reflexión poniéndome un poco serio: a mí siempre me gustaron los villanos (sí, soy así de raro, qué le voy a hacer), y me alegro de que al menos alguien sea capaz de dar un susto a esa clase entrañable de chorizos que nos gobiernan, pero sinceramente creo que este no será un buen malo de la película. Llámenme loco, sí, pero algo me dice que no será lo que todos esperamos (ya, ya, soy consciente de que esto que digo no es políticamente correcto ni popular, especialmente para los que lo ven como a un salvador, pero como a mí la política me cae mal –no, no me refiero a Espe ni a la Botella-, pues me da lo mismo. Vayan cogiendo los tomates…).

Con toda esta guasa formada, y con Iñaki y Cristina haciendo oposiciones al casting de Los Increíbles,  no es de extrañar que el rey Juancar haya pensado en abdicar la corona. Y es que llega un momento en la vida de todo el mundo en el que lo que apetece es disfrutar, relajarse… (¡piensen por un momento en lo engorroso que es no poder cazar elefantes o intimar con amigas sólo por el hecho de ser rey!). ¿Qué mejor entonces que dejarle el marrón a Letizia? Perdón… quería decir a Felipe, por supuesto… que es joven y apuesto (el pareado ha sido casualidad), y además el que lleva los pantalones en casa. Felipe… Felipe VI… vaya, este es otro asunto embarazoso, porque ¿cómo lo escribimos? ¡Que esto es España! Si ponemos Felipe VI alguno terminará diciendo “Felipe Bi”, que queda muy progre pero impropio de un rey… Si ponemos Felipe 6º parece que le estamos haciendo de menos (ya saben, en el podio sólo están los tres primeros), o en su defecto comparando con el portal de una calle… y si ponemos Felipe Sexto puede pasar que se le termine conociendo como Jesucristo Superstar o El melancólico, que aquí la canción española tiene mucho arraigo, y sus intérpretes son las estrellas del rock castizas para varias generaciones de españolitos (y vaya, que no me lo imagino yo en la ducha cantando eso de “Viviiiiir así es moriiiir de amooooor…”. Tal vez lo de “mooolaaa  maaaazooo”…). Sin duda un asunto de primer orden, oigan, que en materia de motes España no es moco de pavo. Pero volviendo al tema principal, ¿se imaginan ese momento padre-hijo en el que Juancar le da la noticia?: “Hijo, que he pensado que me voy… que no puedo más, que tengo una edad y me apetece disfrutar un poco de la jubilación… Mi salud no es la que era… Y digo yo que si el Papa puede dimitir, pues igual yo también… No, no tiene nada que ver con tu hermana, con tu cuñado, ni con la que está cayendo sobre casa… y creo que ya es el momento de que hagas algo productivo, te hagas un hombre y esas cosas, que estás empezando a engordar. ¡Así que ale, todo tuyo campeón! Pero no dejéis de venir a Mallorca en verano ¿eh? Tu madre y yo  estaremos por allí esperando con una ensaimada. ¡Hakuna Matata!”. “- ¡Pero Papá!” “- Servicio de información de Orange: el móvil al que usted llama está apagado o fuera de cobertura en estos momentos. Si lo desea podemos enviarle un mensaje cuando el número vuelva a estar operativo”. Ufff, la piel de gallina… tuvo que ser espectacular…

Aunque para espectacular lo del mes de mayo. ¡Si al final va a ser verdad que España, como Felipe, es abiertamente de la Leti! Perdón, quería decir ¡del Atleti! (antes me salió el acento Jesús Gil, y claro, las letras me han bailado). ¡Mi Atleti! ¡Que ha ganado la Liga BBVA! (Sí, sí, esa del Madrid y del Barça… y del banco, que para el caso es lo mismo). Si ya lo decía yo: sólo hacía falta un Cholo, especie de superhéroe (sí, otro más, que están de moda y yo soy un poco freak) a medio camino entre la elegancia y la macarrería (aunque a decir verdad  necesita un peluquero que no le haga parecer a la vez el villano, que le corte bien el pelo en vez de tomárselo, porque hay que ver qué cantidad de escabechinas le ha preparado. ¡Para un año que va a salir en todos los periódicos!), encarnación humana de eso que rima con millones para devolverle al equipo, y ya de paso al fútbol, algo de dignidad más allá de la publicidad y los números de las cuentas corrientes. Vamos, algo así como El coletas pero para darle un sopapo a Flo Capone y sus esbirros (que no lo digo yo, ojo, que hasta la Unión Europea ha tenido que intervenir al descubrir una relación fraudulenta entre éste y el Ayuntamiento, vista la pasividad de las autoridades cañís –nos ha jodido… Que ese abrazo tan efusivo de Lisboa con El barbas no fue casualidad…-). Fíjense que incluso para lo malo viene bien, que cuando la tragedia espartana (lo de griega es para finolis, nada que ver con esto) de la Champions, el mundo terminó aplaudiendo al equipo que, sin haber ganado en goles, sí ganó, sabiendo perder de pie, en todo lo demás. Y eso no es asunto baladí. Que se lo digan si no a La Roja, que se olvidó de que iba a Brasil a trabajar en vez de a bailar samba, y ya de paso se olvidó también de lo otro… y claro, ridículo Mundial del que nos va a costar recuperarnos. Mucho, sí.

En fin, que no puedo cogerme excedencias, está claro, porque los dioses me ponen todo esto al revés en un santiamén, y no está uno para estos sustos. Así que espero que entiendan el desorden de esta entrega, y perdonen que en vez de una reflexión esto parezca el sumario de las noticias de las tres (¡cachis, es que ni esto, porque ya tampoco sabemos a qué hora son ni en qué cadena!).
¡Atención! ¡Cuando me disponía a cerrar estas líneas me llega algo de última hora! A ver como lo digo… ¡Madrileños! ¡Tengo dos noticias: una buena y una mala! La primera: ¡La Botella se acaba! La segunda: hay dos candidatas a bebérsela… a elegir entre La justiciera Cifuentes… ¡o Tuckelberry Espe! ¡Sí, sí, ella! Lo que nos faltaba: a ver si encima le van a hacer soplar y le tienen que quitar los puntos del carné… (el de conducir, claro, no se confundan). ¿Que cuál es la buena? Pues elijan ustedes. Quizá haya que agarrarse al refranero popular de cuando éramos (más) jóvenes, y por aquello de La Ley de la Botella: el que la tira va a por ella, resulta que El barbas también se va con todo su equipo (a fin de cuentas, es el que la ha tirado, ¿no?).

Y mientras eso ocurre, los del Atleti seguiremos empinando el codo a su salud, que estamos en racha. ¡Hasta le hemos borrado el cerito a Iker! (no me malinterpreten, por favor, que no hay nada sexual en el asunto). ¡Aúpa! Pues eso…

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